Dado un conjunto N tendente a infinito es inevitable que absolutamente todo suceda, siempre que se disponga de tiempo suficiente o infinito , y he ahí donde está el verdadero problema irresoluble o quid de la cuestión de la existencia ¿quién nos garantiza que dispongamos del tiempo necesario para que ocurra lo que debe o deseamos que suceda?


viernes, 12 de octubre de 2012

De la Revolución Científica a la Revolución Permanente de la Ciencia

 
De lo que ocurre sólo conocemos una parte, aquella parte que podemos conocer, la muestra de sucesos que suceden dentro de un espacio tiempo limitado, que en un modelo empírico estará limitado por los criterios establecidos de investigación, selección de un determinado tipo de sucesos durante un determinado espacio tiempo y no otro cualquiera.
 
Todo conocimiento que no sea obtenido por la investigación empírica es transmisión de historia, que bien puede implicar la transmisión de historia de la ciencia, y luego entonces la transmisión de todos los avances que en la historia se han realizado a través de la investigación empírica, ya sea descriptiva o experimental , para el contraste de hipótesis explicativas de lo que sucede en un universo particular, o contraste de hipótesis tecnológicas para la puesta a prueba de una determinada tecnología.
 
 
En Probabilidad Imposible se entenderá todo aquel procedimiento por el cual se adquieren conocimientos nuevos, pudiendo existir dos tipos de estudio, el estudio propio de los métodos didácticos o autodidácticos, cuyo objeto es que a nivel individual la persona adquiera conocimientos novedosos para sí mismo, el estudio propio del método científico cuyo objeto es la adquisición de conocimientos novedosos para toda la humanidad .
 
La forma mediante la cual el estudio científico llegará a adquirir nuevos conocimientos para toda la humanidad será mediante el método científico, aquel procedimiento mediante el cual el estudio científico llega a formalizar teorías a partir de hipótesis, y paradigmas a partir de teorías, llegándose un cuerpo de conocimientos científicos, que sintetizará aspectos filosóficos y empíricos, síntesis de modelos teóricos y empíricos .
 
El método científico que predomina actualmente en la ciencia es el método hipotético deductivo que tendrá su origen en Descartes y tendrá como piedra angular de todo el método la duda cartesiana, una duda que deberá ser siempre metódica y sistemática, en donde, por muy seguros que podamos estar siempre de la validez de una hipótesis nunca, y absolutamente nunca, podremos estar libres de un margen de duda , en el cual, posiblemente, todo lo que creamos ser verdad sea , en realidad, una falacia.
 
En resumidas cuentas el origen del falsacionismo tendrá su origen más íntimo en los principios rectores del racionalismo crítico, que en esencia, en la forma en que fue elaborado por Kant, el racionalismo crítico es la síntesis de la duda racionalista, Descartes, y el escepticismo empirista, Hume, y de la síntesis de la duda y el escepticismo surgirá el racionalismo crítico, que sigue siendo hasta la fecha la base del método científico, luego la base del contraste de hipótesis, si bien la forma de enfocar el contraste de hipótesis en Probabilidad Imposible es muy diferente a la perspectiva de Popper, en la medida que para el falsacionismo lo único que hacemos es intentar demostrar que una proposición empírica es falsa, y de no conseguirse provisionalmente aceptar que esa misma proposición empírica, de momento, no es falsa, si bien el hecho que una proposición empírica no sea falsa tampoco implica que sea necesariamente verdadera, un enunciado empírico puede no ser falso y al mismo tiempo no ser verdadero, algo puede ser al mismo tiempo no falso y no verdadero, si bien provisionalmente se puede aceptar como una verdad provisional hasta que logremos demostrar que es absolutamente falsa.
 
En Probabilidad Imposible lo que se hace es demostrar la verdad provisional de una hipótesis aceptando un margen de error en el que inevitablemente dado un tiempo suficiente o infinito esa afirmación puede ser falsa, porque todo lo posible, incluido el error, dado un tiempo suficiente o infinito es inevitable que suceda, siempre y cuando sea realmente posible.
 
La tesis fundamental de Probabilidad Imposible que todo lo que sea posible en un margen de coherencia lógica es inevitable aun cuando su probabilidad empírica sea cero. Supongamos que trucamos una moneda de forma que siempre que lancemos la moneda obtengamos cruz y nunca cara.
 
Probabilidad empírica de cara = 0
 
Probabilidad empírica de cruz = 1
 
Si bien pudiéramos pensar que, dado que la moneda está trucada es imposible nunca obtener cara porque empíricamente en la muestra suficiente hemos obtenido sólo cruces, en tanto que existe un margen de coherencia lógica de posibilidades : ser cara o cruz; es decir, la posibilidad de cara existe si bien hasta ahora nunca hemos obtenido cara porque la moneda está trucada, es inevitable que antes o después, en un tiempo suficiente o infinito, obtengamos cara. Una moneda la hemos podido trucar para sacar siempre cruz, pero dado un conjunto enésimo de lanzamientos tendente a infinito llegará un momento que aunque sea por simple desgaste de la moneda, saldrá cara. Si es posible es inevitable, siempre que sea posible, siempre que esa posibilidad esté dentro de un margen de coherencia lógica, que exista esa posibilidad.
 
Supongamos que tenemos una moneda y siempre obtenemos cruces, podemos elaborar la hipótesis empírica que dada una muestra de N lanzamientos siempre que lancemos la moneda saldrá sólo cruz y es imposible cara, pero esta hipótesis empírica en tanto que producto de la costumbre, a fuerza de la costumbre que a cada lanzamiento el resultado sea cruz y nunca cara, es una hipótesis que, dado un tiempo suficiente o infinito será falsa, porque llegará un momento en que esa costumbre de obtener cruz al lanzar la moneda se demostrará falsa.
 
El escepticismo empírico de Hume parte de la tesis que absolutamente todo el conocimiento científico está sustentado sobre costumbres, que más allá de la experiencia carecen de validez alguna, razón por la cual deben estar sujetos al escepticismo empírico, porque cualquier hipótesis que sostengamos sobre una serie, aunque suficiente, de experiencias, no es más que una costumbre generada por la experiencia que, a ciencia cierta, no es suficiente para hacer predicciones seguras sobre lo que a futuro puede suceder.
 
El racionalismo crítico de esta forma surgirá de la síntesis de la duda cartesiana, por la cual todo conocimiento científico debe estar siempre sometido a un margen de duda razonable, y el escepticismo empírico , fundado por Hume, según el cual todo conocimiento científico sustentado por la experiencia carece de validez absoluta para predecir lo futuro, luego cualquier hipótesis empírica que pretenda tener rango de verdad deberá estar siempre sujeta a un margen de duda racional y escepticismo empírico, según el cual, posiblemente, toda hipótesis aceptada racionalmente válida por la ciencia, en un margen de error , el margen de error que la ciencia esté dispuesta aceptar de duda o escepticismo, posiblemente sea falsa.
 
El racionalismo crítico sigue siendo hoy en día la base de la ciencia moderna, y el hecho que nunca podamos conocer la verdad en sí misma se debe a una cuestión de filosofía pura, porque nunca podemos llegar a conocer la verdad en sí, el noumeno, y úncamente podemos acceder al conocimiento de las apariencias, sólo conocemos fenómenos, de todo sólo conocemos lo que sucede, el fuera de sí las cosas, más su ser en sí se escapa de la ciencia.
 
Científicamente, dentro del modelo de Probabilidad Imposible, es imposible conocerlo todo porque sólo conocemos lo que ocurre, la muestra de sucesos, de toda sólo conocemos una parte , aquella parte que fuera de sí la muestra nos muestra de sí misma, dialécticamente lo que la realidad muestra fuera de sí es lo que la ciencia asimila, hace para sí, para a partir del método hipotético deductivo establecer una hipótesis de lo es en sí la realidad, si bien esa hipótesis nunca llegará a ser absolutamente isomorfa a la realidad en sí, si acaso intentará aproximarse a lo que en sí es la realidad .
 
En este sentido la teoría de Probabilidad Imposible sintetizará aspectos del racionalismo crítico y el positivismo, en la medida que en Probabilidad Imposible se acepta la hipótesis que todo conocimiento posible debe estar sometido a la duda racional, si bien el margen de duda racional es limitado en Probabilidad Imposible mediante el margen de error o escepticismo, es decir, no es una duda o escepticismo sin límites al conocimiento, se trata de una duda científica y un escepticismo empírico limitado científicamente en un margen de error en el que todo es posible, hasta que la hipótesis sea falsa, un margen de error que cuanto menor sea más intenta aproximarse a lo que debería ser la finalidad moral de la ciencia, conocer la realidad en sí misma, y en este sentido generar un conocimiento isomorfo a la realidad.
 
En la medida que el margen de duda razonable o escepticismo empírico, es decir , el margen de error determinado por la razón crítica, es un margen de error que puede reducirse al mínimo posible, lo que si se puede entonces científicamente a fin de construir un cuerpo de conocimientos sólidos, es reducir al máximo el error para aumentar al máximo la fiabilidad de las hipótesis científicas, y a mayor fiabilidad mayor nivel de isomorfismo entre la hipótesis empírica y la verdad en sí de la realidad realmente real, lo que sucede.
 
En la medida que el margen de duda razonable o escepticismo empírico se puede controlar mediante el establecimiento de un margen de error sobre la aceptación de una razón crítica, el racionalismo crítico se materializa en la razón crítica, que estadísticamente tomará la forma de probabilidad crítica, y lo que se logra de esta forma es expresar matemáticamente el grado de duda o escepticismo que estamos dispuestos a aceptar sobre la hipótesis, a fin de maximizar la fiabilidad, conforme el margen de error sea menor, para que la hipótesis sea lo más fiable, es decir, isomorfa posible, en donde la margen de fiabilidad será igual a la diferencia de la unidad menos la probabilidad crítica.
 
De esta manera en Probabilidad Imposible se llega a la síntesis del ideal positivista del isomorfismo científico y la unificación científica en base al método científico, y el racionalismo crítico que pone siempre en duda la posibilidad de conocer la verdad en sí, el noumeno, en la medida que posiblemente la verdad en sí no se pueda conocer de forma absoluta, pero si se puede llegar a un conocimiento lo más isomorfo posible, si bien la identidad absoluta entre ciencia y realidad en sí es científicamente imposible, en la medida que el ser en sí nunca se puede llegar a conocer de forma absoluta, porque sólo conocemos apariencias, fenómenos, la realidad fuera de sí que sólo hacemos para sí en un margen de error para formular hipótesis empíricas acerca del ser en sí, transformando las hipótesis empírico en racionales siempre que estén dentro de un margen de duda, en el cual posiblemente sean verdaderamente falsas.
 
De esta manera la ciencia sólo puede llegar a formular proposiciones lo más isomorfas posibles, lo más idénticas posibles a la realidad, si bien nunca serán absolutamente isomorfas, es imposible una ciencia materialmente idéntica a la realidad, porque el ser humano en sí mismo ni tan siquiera es capaz de conocer nada en sí, sólo conoce las apariencias de todo lo que se le muestra fuera de sí en el espacio, y todo lo demás es simple transmisión de historia.
 
En la medida que la ciencia pretender controlar el grado de identidad entre sujeto y objeto mediante el establecimiento de una razón crítica, la probabilidad crítica, que determina el margen de error dispuestos a aceptar en la hipótesis científica, esa aceptación del margen de error quien la realiza es la política científica, y en este sentido, en tanto que la Probabilidad Imposible sintetiza el racionalismo crítico, el positivismo, y sintetiza al papel que juega la política en la ciencia, sintetizará el papel del materialismo dialéctico, de Marx y Engels, en el discurso de la ciencia, en tanto que si la aceptación de la razón crítica obedece a la política científica entonces la ciencia está sujeta a la correlación de fuerzas políticas y sociales, y es en esencia una cuestión ética y moral .
 
La razón crítica, representada matemáticamente en la probabilidad crítica, lo que establece es un margen de error que debe ser asumido por la política científica, que en tanto que política científica está sujeta a una ideología política que determinará la política científica.
 
En esencia cada vez que la política científica acepta un margen de error en la razón crítica plasmada en la probabilidad crítica, lo que la política científica establece es el margen de contradicciones entre la moral política para sí de la ciencia y la verdadera moral en sí del universo, entendiendo por moral en sí del universo lo que moralmente en sí sucede, la verdad en sí misma, mientras que la verdadera moral política es la que está sujeta a los intereses de la ideología política, intereses que sociológicamente serán intereses de clase.
 
Si el objeto de la ciencia es el establecimiento de lo que es verdad y lo que no es verdad, entonces la ciencia es una cuestión absolutamente moral, porque lo moral debería ser decir siempre la verdad.
 
Hipótesis empíricas son todas aquellas proposiciones que han de someterse a un contraste de hipótesis, y de todas las hipótesis empíricas sólo llegarán a ser hipótesis empíricas racionalmente aceptables aquellas que superen el contraste de hipótesis, es decir, de todas las hipótesis empíricas sólo serán hipótesis racionales las que superen la prueba de la razón crítica.
 
Ahora bien, en función del grado exigencia moral con la verdad de la razón crítica, no todas las hipótesis racionales son igual de válidas moralmente. La validez moral de la hipótesis racional dependerá del grado de error o fiabilidad aceptado en la probabilidad crítica, a menor error y mayor fiabilidad aceptado por la política científica en el contraste de hipótesis mayor validez moral de la hipótesis racional.
 
Además de la validez moral cuantitativa de la razón crítica en cuanto a probabilidad crítica, hay que tener en cuenta la validez moral cualitativa del modelo empírico o teórico que se defiende, lo cual dependerá de los principios políticos y filosóficos de la ideología política, lo cual será en esencia un reflejo de los intereses de clase, sociales, que defienda la política científica. Evidentemente no es igual de ética una política científica que defiende sólo los intereses de una plutocracia vertical a aquella política científica que defiende los intereses de una democracia horizontal.
 
La ciencia es una cuestión moral por dos razones : en primer lugar, cuantitativamente, la ciencia es una cuestión moral porque moralmente debe decir la verdad, si bien la verdad absoluta es imposible, por cuanto el ser en sí no se puede conocer absolutamente, si acaso llegar a un determinado margen cuantitativo de fiabilidad para el postulado de hipótesis sobre que es en sí la realidad; y en segundo lugar la ciencia es una cuestión cualitativamente moral porque la ciencia, además de moralmente buscar cuantitativamente la verdad y solo la verdad, la verdad de la ciencia será en parte cualitativamente ideológica, en función de los intereses que defienda, y siempre será más moral una política científica progresista que defienda una verdadera democracia horizontal y abierta, a una política científica conservadora que defienda una plutocracia vertical y jerárquica; poniendo esto de manifiesto la relevancia del materialismo dialéctico en la crítica de la ciencia.
 
La crítica científica de esta forma debe ser doble, de una parte cuantitativa, racional, y de otra parte ideológica, cualitativa, a fin de afianzar una ciencia que progrese científica y tecnológicamente hacia mayores niveles de liberad e igualdad sociales.
 
El origen de los diferentes modelos científicos se establece precisamente en la forma en que a lo largo de la historia de la filosofía y la ciencia se van sucediendo diferentes modelos filosóficos y diferentes modelos de política científica, que irán formando los diferentes modelos científicos que existen en la actualidad, que son síntesis de escuelas filosóficas y tendencias políticas. Los modelos científicos, inspirados por diferentes corrientes filosóficas e ideológicas, a fin de validar sus tendencias ideológicas y filosóficas, formarán un conjunto de hipótesis y teorías, que respondan , según su filosofía e ideología, a una determinada forma de comprender o estudiar un determinado campo de la realidad, o una determinada ciencia, o una determinada cosmovisión universal de cuanto sucede, que puede llegar a competir por ser el paradigma o modelo hegemónico en la comprensión de un fenómeno, o un campo científico, o luchar por ser el nuevo paradigma predominante dentro de una ciencia particular, o de todas las ciencias.
 
Si bien la cuestión cualitativa, ideológica, del discurso de la ciencia, es una cuestión que compete más bien a la filosofía política, que es el fundamento de la política ideológica, y si bien es algo que es trabajado en Introducción a la Probabilidad Imposible, estadística de la probabilidad o probabilidad estadística en los últimos apartados, en donde se hace una visión filosófica de la ciencia desde el materialismo dialéctico, especialmente en lo concerniente a cómo los avances científicos y tecnológicos afectarán a la sociedad, transformando las relaciones de producción, creando nuevas condiciones objetivas sociales, especialmente a medida que se avance en la automatización de sistemas. En este blog en lo que me centraré más a abordar las cuestiones más de carácter cuantitativas de las contradicciones de la ciencia y que afectan sobremanera a las revoluciones científicas.
 
La principal contradicción cuantitativamente moral de la ciencia reside en que cualquier hipótesis empírica aceptada en el contraste de hipótesis, es decir, cualquier hipótesis racional que forma la ciencia al ser aceptada provisionalmente verdadera sobre una razón crítica, sólo es isomorfa a lo que realmente sucede aceptando un margen de error, ese margen de error es en esencia la cuantificación del margen de duda y escepticismo dispuestos a aceptar en la hipótesis de lo que en sí sucede en la realidad, y ese margen de duda y escepticismo es en esencia un margen de error moral que racionalmente la política científica está dispuesta aceptar en su decisión científica.
 
El margen de error es el margen de escepticismo o duda en tanto que es el margen dentro del cual posiblemente todo lo que la hipótesis empírica enuncia sea posiblemente falso, y en la medida que es posiblemente falso en ese margen de escepticismo o duda ese margen de error se transforma en un margen de error moral, porque si el objeto de la ciencia es la verdad y de la verdad sólo se puede acceder a una parte sujeta a error ese error es moral, siendo de esta forma la razón crítica la expresión matemática la verdadera moral para sí de la política científica, en tanto que de la verdad la política científica sólo aceptará para sí lo que moralmente esté dispuesta aceptar lo que verdaderamente sucede en el universo, la verdad moral del universo, lo que el universo es en sí verdaderamente.
 
Los diferentes modelos científicos al aceptar unos presupuestos cualitativamente ideológicos y filosóficos, que orientará la investigación científica a determinados objetivos, en función de los intereses sociales de la política ideológica que sustente la política científica, cuantitativamente esa asunción cualitativa, ideológica y filosófica, implicará aceptar un margen de error moral en las hipótesis empíricas que dicho modelo defienda.
 
Los modelos científicos al entrar en contradicción moral, política, ideológica, filosófica, especialmente sobre los intereses sociales que defienden, entrarán en escenarios de lucha paradigmática por transformarse en el paradigma, ya sea de la comprensión de un determinado fenómeno, o en la comprensión de un campo particular de una ciencia, o en la comprensión de una ciencia, o de todas las ciencias.
 
Estas luchas paradigmáticas entre modelos científicos tienen su momento de máximo apogeo cuando el paradigma dominante, ya sea en un fenómeno, campo, ciencia, o todas las ciencias, entre en crisis, creándose una crisis paradigmática, y el antiguo paradigma en crisis debe ser sustituido por un nuevo paradigma.
 
La razón por la cual un paradigma entra en crisis es bien sencilla: si un paradigma se establece sobre un modelo científico sustentado sobre una determinada política científica que defiende un determinado tipo de moral para así misma, sobre la que construye un cuerpo de conocimientos teóricos sobre hipótesis y teorías dadas aceptando un margen de error moral sobre la verdad en sí misma, en el momento en que la moral política entra en contradicción con la verdad moral del universo, se produce la crisis científica, luego el margen de error posible aceptado en sus hipótesis racionales se demuestra en la práctica, la invalidación del modelo a causa de los errores aceptados supone la invalidación del modelo como paradigma, ya sea en la explicación de un fenómeno, un campo de la ciencia, en una ciencia, o en todas las ciencias.
 
En el momento en que un modelo científico transformado en paradigma entra en contradicción con la realidad entonces se produce la crisis paradigmática, que dará lugar a una nueva lucha paradigmática, entre los diferentes modelos alternativos, que culminará en la siguiente Revolución Científica, mediante la cual el modelo científico que triunfe en la lucha científica se establecerá como nuevo paradigma.
 
En este proceso de lucha paradigmática es posible que el viejo paradigma se reformule, se adapte, o se transforme, llegando a renovarse como nuevo paradigma de la ciencia si los modelos alternativos no son capaces de triunfar en la lucha paradigmática, si bien no es necesario que esto suceda, dependiendo de la habilidad de cada modelo científico por ajustarse a la realidad y tender a ser lo más isomorfo posible.
 
En la medida que en la lucha paradigmática por ser el nuevo paradigma no juegan sólo factores científicos sino también políticos, en ningún caso el hecho que un modelo político se establezca como nuevo paradigma implica que ese modelos sea el más verdadero, determinados modelos de política científica únicamente por los tipos de intereses que defienden pueden transformarse en nuevos paradigmas únicamente por razones ideológicas o políticas, y no científicas, sin ser necesariamente lo más isomorfos.
 
Ahora bien, lo que sí puede suceder es que, en caso que se imponga como nuevo paradigma un modelo científico que acepte una cantidad de errores mayor que otros modelos, a menor isomorfismo menor probabilidad de estabilidad paradigmática, luego mayor probabilidad de crisis paradigmática en menor tiempo.
 
La estabilidad paradigmática dependerá del grado de isomorfismo que el modelo científico que triunfe en la lucha científica , a mayor margen de error del nuevo modelo mayor inestabilidad del paradigma .
 
Sin embargo el hecho que un paradigma esté en crisis tampoco implica necesariamente que deba sucederse un Revolución Científica, todo dependerá de si, en la lucha paradigmática, los modelos científicos alternativos son capaces de sobreponerse a la crisis y extender a todos los sectores de la ciencia y saber explicar los presupuestos políticos y filosóficos sobre los que se sustentan.
 
El hecho que halla una crisis paradigmática no implica que necesariamente deba producirse una Revolución Científica, simplemente sería lo deseable.
 
Dado un conjunto de opciones lo único necesario es que suceda alguna de las opciones , sin ser absolutamente necesaria ninguna en particular, lo único necesario es que ocurra alguna de las opciones posibles, pero, en particular, ninguna opción es absolutamente necesaria que suceda, puede darse cualquiera, si bien políticamente lo necesario es que suceda aquella opción más ideal, en coherencia a los ideales de la política científica, ya sea el ideal posible en un modelo de sesgo positivo, o en un modelo omega cualquier de las opciones que formen el modelo omega.
 
Lo políticamente ideal es que, si un paradigma entra en crisis ese paradigma sea sustituido lo antes posible por nuevo paradigma lo más isomorfo posible, de lo contrario, ya sea porque el paradigma en crisis no sea sustituido o sea sustituido por un paradigma que no sea el más ismorfo posible, la ciencia vivirá en un permanente estado de crisis.
 
La crisis de la ciencia en cuanto un paradigma entra en crisis sólo se resuelve mediante la Revolución Científica, que el viejo paradigma se sustituya por aquel paradigma que sea el más ismorfo posible, de lo contrario la ciencia entrará en un proceso de crisis permanente, ya sea por no sustitución del viejo paradigma, o que sea sustituido por otro que no sea el más fiable.
 
Sólo habrá una verdadera Revolución Científica cuando el paradigma más fiable triunfe en la lucha paradigmática una vez desatada la crisis en la ciencia, ahora bien, en la medida que el nuevo paradigma a su vez está sustentando por teorías e hipótesis que aceptan un margen de error moral, aunque menor que el anterior, pero existente, aunque el margen de error moral sea menor en tanto que todavía existe un margen de error moral inevitable, antes o después el nuevo paradigma surgido de la nueva Revolución Científica volverá a entrar en crisis, y de la nueva crisis deberá surgir una nueva Revolución Científica siempre y cuando vuelva a triunfar el nuevo paradigma, que en aquel periodo de la historia de la ciencia , sea el más fiable.
 
A medida que la ciencia evolucione, siempre y cuando en cada nueva crisis científica triunfe el modelo científico más fiable produciéndose una Revolución Científica, en la medida que el progreso científico tecnológico es cada vez más rápido , y más rápidamente entrarán en crisis los diferentes paradigmas, la ciencia entrará en una espiral de Revolución Permanente de la Ciencia o Revolución Científica Permanente, en donde llegados a este punto de vertiginoso progreso y revolución permanente de la ciencia y la tecnología, la supervivencia de la especie humana, verdadero deber moral de la ciencia, dependerá de que a nivel social, cualitativamente, halla un progreso moral de las fuerzas sociales, hacia mayores ámbitos de libertad e igualdad, proporcionalmente progresa la ciencia y la tecnología.
 
Rubén García Pedraza, a Madrid 12 de octubre del 2012
 

 
                
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